Medicina del cuerpo

domingo, 7 de junio de 2015

La conciencia planetaria

Las plantas en general, tanto en la filosofía taoísta como andina, se presentan con un simbolismo muy importante. Expresado en el cultivo de las ideas y del cuerpo. La palabra cultura nace de la noción de cultivar un organismo vegetal para que crezca, para que asiente raíces y se reproduzca, que genere frutos y descendencia. Estos simbolismos son muy importantes para llegar un concepto ligado a estas filosofías, la conciencia planetaria.

La conciencia planetaria nos revela que no existimos por encima de la Tierra sino que somos parte de una red compleja y sutil que incluye todas las formas de vida del planeta. El ecólogo Ramon Margalef (1919-2004) ya señalaba que no debemos hablar de “el hombre y la biosfera “sino de” el hombre en la biosfera. La conciencia planetaria también nos hace conscientes de que la existencia humana en plenitud requiere la protección y conservación de la diversidad de formas de vida con las que compartimos la tierra. (Terra, 2010, Párr. 1)

Es una valiosa lección, la lucha por nuestro planeta. Tanto en el mundo andino y oriental, se  lucha por salvar el ecosistema del planeta y del hombre. Buscan la armonía del planeta con los seres humanos, trabajan  por ser una unidad. Para prever alguna afectación o desequilibrio tanto del planeta como de la persona.

Necesitamos cultivar la responsabilidad planetaria, responsabilizándonos de las consecuencias globales de nuestras acciones a nivel socioeconómico y ecológico. Esta responsabilidad se manifestaría en un sistema económico que sea consciente de que la economía es sólo una filial de los ciclos planetarios y un sistema en el que, por ejemplo, los precios de los bienes y servicios reflejen su verdadero coste social y ecológico. Otra consecuencia de la responsabilidad planetaria es aplicar el principio de precaución a toda tecnología que tenga el potencial de agravar la insostenibilidad de nuestro mundo. (Terra, 2010, Párr. 2)


“La conciencia planetaria también incluye la responsabilidad hacia las generaciones futuras (responsabilidad intergeneracional). Varios pueblos indígenas se han guiado tradicionalmente por el llamado criterio de la séptima generación: “ten presente las repercusiones de tus actos hasta las próximas generaciones”. (Terra, 2010, Párr. 3) Es importante mantener esta visión para preservar la salud humana en generaciones futuras.

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