[i]“Los tratados del libre comercio entre los
distintos países con los que Estados Unidos esta negociando, tendrán
implicaciones importantes en la relación al comercio internacional de
transgénicos, tanto de semillas como alimentos y otros productos derivados de
organismos genéticamente modificados, pues es conocido que las principales
empresas productoras de tecnología y semillas transgénicas provienen de los
Estados Unidos.” Los organismos transgénicos son productos de la ingeniería
genética, en donde se introduce material genético de una bacteria, virus, hongo
o insecto en una planta o animal y su finalidad es que estos organismos
adquieran nuevas características ajenas a su naturaleza para beneficiar a las
industrias de alimentos, farmacéuticas, de cosméticos, ornamentales, artículos
del hogar, etc.
En esta primera parte del trabajo daremos apertura a la introducción del
cultivo transgénico, analizaremos uno de los productos agrícolas mas importante
de los estados unidos, el maíz. El
primer maíz hibrido a ser industrializado y comercializado se desarrollo en
1926 y desde la década de 1930, se expandió en todo el cinturón del maíz en los
Estados Unidos. En 1960 el 95% de todo el maíz era hibrido, actualmente es el
100%.
El maíz es el principal componente del comercio mundial de granos, para el
consumo humano, la industria farmacéutica y de productos variados y el alimento
de animales, por lo general animales de granja. Por ejemplo una serie de
bioproductos químicos y de uso cotidiano, entre ellos el etanol que es una
fermentación de azucares del almidón de maíz, edulcorantes, aceites y hasta
para hacer los envases de dentífrico.
El fenotipo del maíz hibrido no
revela cuáles son sus ancestros lo que ofrece a las empresas un control sobre
la propiedad de semillas en el mercado mundial. El vigor de los híbridos
transgénicos se pierde en la segunda generación, por lo que el cultivador tiene
que volver a comprar la semilla cada año. Las nuevas variedades de maíz
transgénico que están emergiendo en el mercado, tienen genes de resistencia a
insectos y a herbicidas, de modo que se asegura la venta de herbicidas junto
con las semillas y se obtiene ganancias para las empresas. La modificación de
los genes en las plantas tiene diferentes propósitos a parte de los intereses
comerciales, se codifican estas plantas para que sean resistentes a las plagas de insectos y a
los herbicidas que se utilizan para protegerlos.
Monsanto es la principal productora de semillas transgénicas. Controlo
el 94% del total del área sembrada con cultivos transgénicos en el año 2000 en
todo el mundo y tiene una estrategia muy agresiva para extender los cultivos
transgénicos en los países que aun no han adoptado esta tecnología. Uno de sus
productos transgénicos más importantes son los cultivos con resistencia a su
herbicida glifosato. Monsanto y otras empresas estadounidenses son las
principales creadores de insumos para la industria alimenticia y pioneros en la
biotecnología, pero aquí nace una pregunta, ¿Qué precio estamos dispuestos a
pagar por mantener un “balance de la economía y en la industria”?
[ii]“Nuestra
constitución, en su artículo 91, reconoce el principio de precaución, que
obliga al estado a tomar medidas cautelarias, cuando existan dudas sobre los
impactos negativos que una acción u omisión puedan tener sobre el medio
ambiente”.
El problema de los transgénicos
en Ecuador es muy grave, debido a que es un país que posee la mayor
biodiversidad por unidad de área en el mundo y un escaso desarrollo científico
y tecnológico, especialmente en el área de bioseguridad. Los cultivos
transgénicos pueden contaminar las otras cosechas de manera irreversible, no
solo perdiendo su grado de pureza sino también su legado ancestral genético. La
introducción de estos alimentos es ilegal, pues nuestra constitución dice que el estado tomará medidas orientadas
a regular bajo estrictas normas de bioseguridad la propagación en el ambiente,
la experimentación, el uso, la comercialización e importación de organismos
genéticamente modificados. Los transgénicos representan un riesgo para la
salud de los consumidores ya que estos
genes tienen resistencia a ciertos tipos de antibióticos, además de entrar en
contacto con sustancias patógenas, se han registrado casos de alergias y de
cáncer a largo plazo. Además representan un riesgo para los agricultores y la
soberanía del país, pues los transgénicos fueron diseñados para la exportación
de las grandes empresas transnacionales, que marginan a los campesinos para
ubicar grandes monocultivos, como por ejemplo aquí en Ecuador existen grandes
monocultivos de arroz, banano, cacao, entre otros con fertilizantes y
herbicidas tóxicos para la salud de los agricultores y sus familias.
Los
monocultivos han sido imperantes en la economía, y han degradado al pequeño
empresario agricultor y a sus tierras. Es por eso que se debe
seguir ejercitando las leyes de nuestra constitución que declara al Ecuador un
territorio libre de organismos genéticamente modificados que decreta en los
siguientes artículos:
Articulo 1.- Suspender
inmediatamente cualquier acción que regule la propagación en el medio ambiente, la experimentación, el
uso, producción e importación de organismos genéticamente modificados
Articulo 2.- Prohibir
dentro de todo el territorio ecuatoriano la experimentación, el uso, la
reproducción de organismos vivos, vegetales, animales y microorganismo obtenidos
por manipulación genética y la comercialización de sus derivados
Articulo 3.- Promover
los productos locales de calidad y llevar a cabo una campaña comunicativa,
educativa e informacional sobre los beneficios nutricionales de productos
tradicionales y orgánicos
Nuestro principal
objetivo debe ser alcanzar la soberanía alimentaria que garantice los derechos de los campesinos
y la población. Debemos apoyar y fortalecer iniciativas de autogestión tales
como la agricultura familiar, producción ecológica, comercio justo y el libre
intercambio de semillas y conocimientos para incentivar la biodiversidad
agrícola y regenerar las alternativas para una salud optima. Se debe consumir
productos de origen tradicional y orgánicos elaborados en el Ecuador, para
apoyar a nuestros productores y defender las políticas que garanticen derecho a
consumir productos 100% naturales. Debemos luchar contra empresas como Monsanto
que intentan patentar, codificar, monopolizar y estandarizar los productos de
cultivo para su beneficio bajo la lógica mercantil, se debe repudiar estos
actos en contra de la naturaleza del cultivo, la cosecha y el consumo
alimenticio. La posibilidad de perder nuestro legado ancestral es muy grande se
debe informar a la sociedad sobre el riesgo de los transgénicos y unirse a las
campañas, por un Ecuador libre de transgénicos.
Bibliografía
EL MAÍZ EN ESTADOS UNIDOS. 2004. RALLT. En: Maíz, de
alimento sagrado a negocio del hambre. Pág. 27 - 48
POR UN ECUADOR LIBRE DE TRANSGENICOS. 2003. ACCION ECOLÓGICA.
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